Las investigaciones arqueológicas operadas en el Cabezo de San Pedro desde finales de los años sesenta del siglo pasado, pusieron de manifiesto la importancia histórica del lugar dentro del panorama científico nacional e internacional. En 1977 y 1978, las sucesivas campañas de excavación sacaron a la luz niveles del final la Edad del Bronce y, lo más importante, una construcción de gran entidad, interpretada como muro de contención, que ponía de manifiesto la presencia, en la cima del cabezo, de una fortificación realizada con una técnica de construcción de origen fenicio, superpuesta a construcciones de un momento anterior.