La Ermita de la Soledad es un edificio difícil de fechar. Está ubicada en una de las zonas más históricas de Huelva, en el barrio de San Sebastián, patrón de la ciudad, y muy cerca de la Iglesia parroquial de San Pedro.
En sus inicios, la ermita debió estar dedicada al apóstol Santiago después de la conquista de los cristianos de la ciudad. Es lógico que así fuera ya que durante la conquista (siglo XIII) de Alfonso X el Sabio, la orden de Santiago tuvo un papel protagonista.
Se trata de una pequeña iglesia barroca con planta rectangular de una sola nave y tres capillas laterales. Su construcción se llevó a cabo el siglo XV bajo la advocación del apóstol Santiago. Su exterior es austero por su reciente reconstrucción y por sus diversas funciones a lo largo de su historia.
El actual edificio está conformado por una nave rectangular cuyo acceso se hace a través de unas escalinatas que da paso a la puerta de entrada formulada bajo un rebajadísimo arco delimitado por dos pilastras laterales y un frontón partido en cuyo centro se inserta una espadaña con ménsulas laterales y rematada por un frontón sin cerrar. En cuanto a la nave, se cierra en cabecera plana teniendo en su zona de presbiterio una cripta de planta cuadrada con acceso en rampa, utilizada como última morada de don Pedro de Guzmán y Quesada y familia. La capilla mayor tuvo que estar revestida con un retablo donde aparecerían supuestamente las imágenes de Santiago y Nuestra Señora de la Soledad.
El edificio se completa con tres capillas laterales ubicadas en el muro izquierdo de la iglesia. El sistema de iluminación de esta iglesia provenía de unos óculos ubicados en la zona de entrada y la propia puerta del edificio.
A lo largo de los siglos, la ermita de la soledad tuvo distintos usos. Tuvo el honor de ser, desde el siglo XVII sede de la Cátedra de Latinidad y Gramática, creada por don Diego de Guzmán y Quesada.
A lo largo de los siglos, la ermita de la soledad tuvo distintos usos. Tuvo el honor de ser, desde el siglo XVII sede de la Cátedra de Latinidad y Gramática, creada por don Diego de Guzmán y Quesada.
En 1854, el edificio pasó a ser hospital. Más tarde, hacia 1869, la propiedad del edificio pasó a ser propiedad del ayuntamiento, a partir de lo cual, sufrió un abandono hasta que en 1880 se crearon unas escuelas cristianas, cuyas obras abarcaron desde ese mismo año hasta 1885. Años más tarde el uso de la ermita pasaría de ser academia y lugar de ensayo de la banda municipal a albergue de transeúntes, hasta que a comienzos de la década de los 80 del siglo pasado, recuperado por el obispado de Huelva, se llegó a la conclusión de demolerlo en su totalidad por el estado de abandono en que se encontraba, propuesta que fue criticada por el pueblo, gracias a lo cual se conservó lo que sin lugar a duda es uno de los templos más antiguos de la ciudad.
La rehabilitación se inició en 1992. Hoy es sede de la Hermandad del Santo Entierro, quien en este edificio aloja sus tallas procesionales entre las que destacan el Cristo Yacente, cuya cabeza es anterior a 1936, la Virgen de las Angustias (1958) y la Virgen de la Soledad (1944), tallas del escultor León Ortega.
Puede ser visitada:
De lunes a viernes de 18:30 – 20:30 h.