Un lugar de especiales hallazgos arqueológico dentro de la Zona Arqueológica de Huelva ha sido el solar del antiguo Colegio Francés, al final de la calle San Andrés.
Las transformaciones operadas en este espacio hacían posible entre los años 2000 y 2007, profundizar en el conocimiento de la llamada necrópolis norte de época romana, no sólo en el solar de la escuela, sino también en las intervenciones realizadas entre calle san Andrés y Plácido Bañuelos.
Los enterramientos más antiguos detectados pertenecen a la primera mitad del siglo I a.C., y parece que desde mediados de esa centuria se construyen mausoleos, edificios de pequeñas dimensiones con las tumbas en su interior. La última etapa de la necrópolis es de época flavia, a la que pertenecen los monumentos escalonados realizados con sillares de calcarenita, uno de ellos visible hoy integrado en el nuevo edificio y el otro, de idéntica factura, se ha conservado soterrado en Plácido Bañuelos.
Aparece también en el Francés un ramal del acueducto romano que se fecha ya en el siglo III d.C. Tras una etapa de abandono de este espacio durante la cual se producen grandes acumulaciones de sedimentos procedentes de los cabezos cercanos, colmatando esta zona de vaguada, tiene lugar la fase almohade, con una vivienda y fosas vertedero detectadas.
La enorme complejidad de los elementos arqueológicos aparecidos en el solar del antiguo Colegio Francés, hizo que las investigaciones arqueológicas se prolongaran en diferentes campañas, las primeras operadas por la Universidad de Huelva. Entre el año 2002 y 2007, la investigación transcurre de forma paralela a la construcción del nuevo edificio de viviendas, al que se privó de su espacio central para lograr la integración una parte importante de los restos, creándose una plaza en la que actualmente se pueden visitar las construcciones romanas conservadas, todo ello dentro de un espacio expositivo con diversa información histórica de la ciudad de Huelva. Constituye actualmente uno de los principales hitos de la iniciativa «Huelva Ciudad Milenaria».
Por vez primera en nuestra ciudad, los agentes urbanísticos posibilitaban la creación de un nuevo espacio público en el que se pudiese contemplar la integración in situ de bienes patrimoniales de naturaleza arqueológica. Dada la magnitud de los restos aparecidos, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico propuso una serie de modificaciones al PGOU en relación al solar de Ivonne Cazenave. Estos cambios en la normativa urbanística supuso que el proyecto de obras original fuese reformado, permitiéndose la edificación, siempre y cuando se llevara a cabo la integración de los elementos arquitectónicos más destacados en su ubicación original e histórica.
El proyecto de iluminación nocturna persigue la significación de los restos arqueológicos en un contexto ordenado. Las luminarias se integran en la piel de la plaza, arrojando una tenue luz que consigue la puesta en valor. Los restantes elementos de mobiliario urbano se integran en los bordes, liberando el espacio escénico central.
La actitud del hombre ante la muerte es sin duda una de las manifestaciones culturales más trascendentes e importantes en toda sociedad civilizada. La religiosidad y la espiritualidad en cada época marcan las relaciones entre el mundo de los vivos y el de los muertos, tan diferente y la vez tan idéntica en el conjunto de las sociedades del pasado.
La actitud del hombre ante la muerte es sin duda una de las manifestaciones culturales más trascendentes e importantes en toda sociedad civilizada. La religiosidad y la espiritualidad en cada época marcan las relaciones entre el mundo de los vivos y el de los muertos, tan diferente y la vez tan idéntica en el conjunto de las sociedades del pasado.
Para el romano la muerte no es el fin de la existencia sino el tránsito hacia otra esfera de vida en el más allá.
El romano se desprendía del concepto fatalista inherente a la muerte. El difunto adquiere la necesidad de ser dotado de aquellos elementos cotidianos o representativos de su existencia terrenal para que continúen siendo de utilidad en la vida de ultratumba. Se organizan en su honor diversas celebraciones y banquetes rituales en onomásticas señaladas junto a su lugar de descanso, con lo que los cementerios se convierten en áreas concurridas e integradas en el devenir cotidiano de las ciudades.
En el mundo romano la ciudad de los muertos se concibe como un complemento a la ciudad de los vivos.
En Onoba existen hasta el momento tres grandes áreas funerarias o necrópolis. La necrópolis oriental en el entorno de La Esperanza y la calle Palos, la necrópolis meridional o Sur, en la calle Vázquez López y la necrópolis septentrional o Norte, en las calles San Andrés, Plácido Bañuelos y Plaza Ivonne Cazenave.
En la barriada de La Orden también se localizarían enterramientos del periodo romano tardío pero asociados a un asentamiento secundario dependiente de Onoba.
La necrópolis oriental se sitúa en otro de los accesos tradicionales onubenses, en el entorno del Camino de San Sebastián. La necrópolis Sur, localizada en las cercanías de la ubicación actual del Gran Teatro señala la calle Vázquez López como el principal acceso meridional de la ciudad romana.
La necrópolis norte se sitúa en uno de los accesos principales de la ciudad desde época histórica, camino perpetuado en la tradición oral de los onubenses bajo la denominación de Cuesta del Carnicero. Durante más de trescientos años esta área funcionará como espacio sacro al norte de la urbe, destacando como característica principal de esta necrópolis la coexistencia de ritos funerarios.
Ritos y enterramientos:
Como norma general, el ritual predominante en el Imperio Romano hasta la difusión del cristianismo sería la incineración. El mundo funerario se muestra como uno de los aspectos mejor conocidos de la romanización en Huelva.
Los tipos de tumbas documentados en las necrópolis onubenses son muy variados. Existieron enterramientos de incineración en simples fosas excavadas sobre el terreno sin elementos de cubrición conservados. Enterramientos de incineración en urnas, incineraciones en fosas rectangulares con cubiertas de tegulae a doble vertiente o planas, etc. En ocasiones, junto a los enterramientos se disponía el ajuar del difunto principalmente instrumentos de uso personal, bien adornos de indumentaria, instrumental relacionado con la profesión del fallecido o recipientes cerámicos, normalmente cuencos u ollitas, que tuvieron que contener ofrendas, así como también ungüentarios de vidrio, monedas o contenedores de aceites corporales y perfumes.
Desde el siglo III d.C. como norma general se irá imponiendo el rito de la inhumación. Las inhumaciones podían realizarse en fosas simples de planta rectangular sobre las que se depositan los restos del cadáver, con cubiertas de tierras, o también de tegulae planas o a doble vertiente. A veces presentan una caja de ladrillo (opus latericium), pudiendo ser decoradas o no. Si bien los enterramientos de inhumación también proporcionan ajuares, estos son más escasos en comparación con las incineraciones.
Los elementos conservados que pueden visitarse en Plaza Ivonne Cazenave, como muestra de la necrópolis norte de Onuba son los siguientes:
Monumento Funerario:
FUNCIONALIDAD: Monumento destinado a la señalización de los diferentes espacios interiores de la necrópolis norte así como a la conmemoración de un hecho o personaje de relevancia de Onoba. En sus inmediaciones debieron celebrarse diferentes ceremonias fúnebres relacionadas con la liturgia romana.
EDILICIA: Conjunto estructural de planta cuadrangular conformado por tres cuerpos escalonados de sillares de piedra caliza conformando una estructura piramidal. Este cuerpo principal asienta sobre una plataforma también cuadrangular elaborada con pizarras de diverso tamaño. Como remate del conjunto, en su cúspide debió poseer el elemento conmemorativo en sí, bien una estatua o estela con inscripción, que no se ha conservado.
Mausoleo Circular
LOCALIZACIÓN: Aparecido junto a la calle Plácido Bañuelos. Destruido parcialmente con la construcción del edificio ubicado en el nº 14 aledaño al antiguo Colegio Francés. El resto del conjunto aparecería durante las obras de construcción del edificio Tempa-Moliere (2003).
FUNCIONALIDAD: Funeraria. Debió ser la tumba de alguna figura de relevancia de la Onoba Imperial.
EDILICIA: Construcción realizada ejecutando primero una gran fosa circular excavada sobre el terreno preexistente, disponiéndose en su interior una cama principal de planta poligonal realizada con sillares de piedra caliza en sucesivas hiladas superpuestas.
PUESTA EN VALOR: Tras el traslado del conjunto, la restitución se realiza con sus elementos de sillares principales simulando sobre el suelo el anillo exterior de la cimentación de la estructura.
Calle Dr. Plácido Bañuelos,14. 21004 Huelva